Hace tiempo empezo a participar en Lance Ligero el compañero Curro, pescador de Ibiza, a partir de alli descubri su blog DOS40 , en él publico un excelente trabajo dividido en dos partes o capítulos sobre la pesca de los cefalopodos con señuelos artificiales, hasta ahora no había leído un trabajo tan completo que hable de técnicas y equipos de forma pormenorizada y amena, disfrute de su lectura y me vino muy bien para ampliar mis escasisimos conocimientos en esta materia por lo que me parecio una buena idea compartirlo aqui, asi que tome la desicion de ponerme en contacto con el y pedirselo, a lo que sin el menor titubeo me dio su concentimiento para compartirlo con todos ustedes. Desde ya que estoy sumamente agradecido de que me permita enriquecer este blog con su trabajo. Gracias Curro
TUTORIAL EGING (1)
TUTORIAL EGING (1)
Esta es la primera de una serie de entradas dedicadas al eging, la
pesca de cefalópodos desde costa con señuelos artificiales. Es una
técnica relativamente nueva para mí y creo que para muchos de nosotros.
Pero, con todo, este será el quinto invierno que dedico enteramente a
esta manera de pescar venida de Japón. Voy a intentar traer aquí lo que
he podido aprender en este tiempo, esperando sirva de ayuda a aquellos
que quieran empezar. Espero que pueda interesaros y agradeceré a quienes
ya la practican todas las correcciones y comentarios que puedan
aportar.
¿Empezamos con el equipo?
EQUIPO
Si hacéis spinning y queréis
probar esta modalidad de pesca quizás podáis aprovechar los equipos
que tenéis antes de buscar algo más especializado.
Podréis haceros una idea de cómo
usar esta técnica con una caña de 2'10 a 2'70 y un CW de 5-20, 10-30g. Con cañas más duras no lanzaréis con toda la eficacia
necesaria señuelos como los pajaritos, que pesan entorno a los
5-22g. Cañas más rígidas tendrán también más posibilidades de
desgarrar o cercenar los delicados tentáculos de los cefalópodos.
Un carrete liviano en tamaño 2000
o 3000 será suficiente, cargado con 150m de trenzado de 5 a 10 lb.
Bajo de fluorocarbono o nylon del 0'20 al 0'30. Con este equipo de
spinning y unos cuantos pajaritos ya podéis obtener buenos
resultados y buenas sensaciones.
Si la modalidad os convence,
podemos buscar equipos más especializados. Veamos:
LA CAÑA
Las cañas que se usan
específicamente para el eging tienen una acción rápida o moderada-
rápida. Elegir una u otra acción es algo que tiene mucho que ver
con el gusto del pescador y aquí no encontraremos mucha diferencia
con el spinning. En líneas generales, y si no tenéis muy claro qué
comportamiento os puede interesar, os diría que elijáis aquella
acción que más os guste en el trabajo, por ejemplo, de los jerks de
vinilo o los jigs de bucktail. Veremos más adelante que los
movimientos con los que animamos el egi se parecen más a los jerks
con los que movemos vinilos y jigs, que aquellos movimientos con los
que trabajamos paseantes, o minnows. Por otra parte, en la
recuperación del calamar o la sepia no vais a tener una pelea
extraordinaria, ni complicada en tirones o fugas a la piedra, así es
que también podéis pensar en la acción que más os divierta, sin
preocuparos de si vais a perder más o menos calamares por trabajar
de punta o con el tramo medio.
Sí es importante que nuestra
caña, rápida o lenta, tenga una punta sensible. El calamar y la
sepia atacan con decisión y velocidad, con un movimiento seco y
vertiginoso de sus tentáculos más largos. Pero este ataque no viene
seguido, como decimos, de grandes cabezazos, ni tirones y fugas
violentas. Muchas veces el cefalópodo quedará abrazado al egi y
empezará a querer morderlo allí mismo, sin más agitación. Un
ataque así es fácilmente detectado por el pescador cuando se está
moviendo el pajarito dando vuelta de manivela. Notaremos,
sencillamente, que el señuelo se frena. Pero en el eging, la mayoría
de los ataques se dan cuando estamos dejando al pajarito profundizar,
después de unos cuantos jerks. En ese momento la manivela está
quieta y al egi ya no lo traemos nosotros. La conexión del señuelo
y la línea es, en esas condiciones, muy sutil. Si se ha perdido la
tensión en el hilo, el calamar puede hacer su ataque sin que lo
notemos. Un trenzado y leader finos, mantener el contacto con el
artificial y, sobre todo, una puntera sensible, harán más evidente
la picada.
Así, buscamos cañas delicadas
con los tentáculos, pero con cierto nervio para mover el señuelo y
detectar la picada con claridad. Cañas livianas y con un buen blank,
pensado específicamente para esta pesca, deberían ofrecernos esas
prestaciones.
Los egis, los señuelos que usamos
en esta técnica, tienen un número, atendiendo a sus dimensiones
(2.0, 2.5, 3.0...). El CW de estos equipos viene expresado con el
máximo y mínimo número de los egis que pueden lanzar y manejar. La
traducción a gramos no es fácil ni inmediata porque, como veremos
cuando hablemos de los señuelos, la numeración no se corresponde
con un peso exacto. Pero podemos hacernos una idea aproximada
atendiendo al peso medio del egi según su numeración:
EGI gramos
2.0 6-10g
2.5 10-15g
3.0 16-20g
3.5 20-25g
4.0 25-30g
4.5 30-35g
Así, por ejemplo, una caña de
2.5-3.5 puede equivaler a un CW de 5-28g.
En el mercado japonés también
hacen su clasificación atendiendo a la potencia del blank y al tipo
de eging que se puede practicar con los diferentes rangos de lanzado.
Desde un eging Ligth, a un eging que podríamos llamar pesado. Aquí, una denominación típica de Daiwa:
UL 1.5-2.5
L 2.5-3.0
MH 2.5-4.0
H 2.5-4.5
La elección del tipo de caña, en
este sentido, puede mantener los mismos criterios con los que
elegimos una caña de spinning. Pensaremos en el tamaño de las
piezas que esperamos encontrar y en las condiciones de nuestros
pesqueros. Para cefalópodos pequeños y zonas poco complicadas, una
caña de ligth eging nos hará optimizar la sensibilidad. Si
esperamos calamares grandes y tenemos que subirlos a la piedra, o con
oleaje y fuertes corrientes; o si los buscamos en zonas con buen
calado, podríamos necesitar una caña algo más potente, MH o H.
Nos pasa también con el spinning: queremos disfrutar al máximo con las capturas no sobre-dimensionando el equipo, pero no queremos andar desvalidos si nos aparece un gran pez. En el eging deberíamos preocuparnos menos de si nos quedamos cortos con la potencia de la vara, porque es muy posible que el calamar más grande que vayamos a pescar nunca en nuestras aguas consigamos sacarlo con una caña de eging ligero. Así es que podemos elegir el rango de lanzado de nuestra caña atendiendo más a la comodidad de manejo o a las condiciones medias de nuestros mares y pesqueros. Excepto en el caso de grandes pulpos que se nos aferren a la piedra (difíciles de sacar incluso con equipos potentes), no nos vamos a encontrar con animales que pongan en riesgo nuestro equipo. Podemos afinar sin miedo buscando la caña más ligera que nuestros pesqueros nos permitan, para conseguir el máximo de sensibilidad y disfrute.
Una acción media, un poco
todo-terreno, podría ser una 2.0-3.5. En este rango, si la caña
tiene un mínimo de sensibilidad, podréis disfrutar de calamares de
pequeño y mediano tamaño y podréis afrontar sin mayores
dificultades la pesca de ejemplares de kilo, incluso traídos desde
zonas bien profundas.
Al elegir la longitud de la vara
tendremos también presentes las características de nuestras zonas
de pesca y nuestras preferencias. Tened en cuenta, en cualquier caso,
que en el eging la animación del pajarito es algo más activa y
variada que nuestra tradicional recogida lenta con algún toque de
puntera. Una caña muy larga nos cansará más y hará más incómodos
los jerks, a veces muy rápidos y enérgicos, con los que movemos el
señuelo. Un talón corto facilitará también la secuencia de
movimientos.
Finalmente, para un mejor trabajo
con diámetros de línea finos y para evitar enredos con las anillas
mientras hacemos esta particular animación del egi, las cañas
específicas suelen montarse con anillas Low Rider en el tramo final
del blank y con punteros MNST. Algunos modelos incorporan también
una anilla de salida invertida.
EL CARRETE
El
carrete para eging debería ser ligero y en un tamaño no superior a
un 3000 de Shimano. La recuperación del calamar o la sepia es
relativamente sencilla y no va a exigir al carrete un trabajo
profundo. No vamos a necesitar un freno potente. No manejaremos
señuelos muy pesados. Así es que estamos hablando de carretes para
un spinning medio-ligero, sin demasiadas complicaciones.
Aunque no necesitemos un freno muy potente, sí es recomendable que nuestro carrete tenga un freno largo, fino en el ajuste y con poca inercia. Lo trataremos más a fondo en el capítulo dedicado a cómo pescamos al eging, pero hemos de saber que la regulación del freno en esta técnica es fundamental. Trabajaremos con taras mínimas, afinando más en gramos que en kilos, y necesitamos un carrete que responda con sutiliza a estos esfuerzos tan discretos. Buscamos, al final, un freno que reaccione a los sifonazos de un calamar de buen tamaño y que tenga la inercia justa para clavar al animal y dejarse correr antes de desgarrar tejidos.
El ratio no
necesita ser muy alto y la recogida por vuelta de manivela tampoco
necesita ser mucha. La animación del egi y la recuperación del
cefalópodo se pueden hacer con solvencia con cualquier ratio al que
estemos acostumbrados. En los carretes específicos para esta técnica
los ratios oscilan entre los 5.0 y 5.2 con recogidas por vuelta de
manivela de 70 a 78 cm.
Esto es sólo
una preferencia personal: puestos a elegir, prefiero ratios más
bajos. En esta técnica nada va a exigir al equipo, como hemos dicho,
de esfuerzos extraordinarios. Pero creo que el mayor desgaste del
carrete en el eging se debe a la particular animación del pajarito,
a pesar de la ligereza de estos señuelos. Nuestros jerks serán a
veces muy bruscos, con caídas y golpes secos con la linea
destensada, con mucho tirón de manivela... Aunque el freno tan
levemente tarado amortiguará cualquier exceso de tensión, el
carrete agradecerá un buen anclaje del asa y guia-hilos y unos
engranajes potentes. Esto es especialmente importante si se trabaja
en grandes profundidades o con egis mayores. Así es que, como no es
necesaria una gran velocidad de recogida, se agradecerán carretes
con una buena tracción.
Cargaremos la
bobina con un trenzado fino, del 0'06 al 0'10. Las razones por las
que usaremos trenzado, en lugar de monofilamento, son las mismas por
las que mayoritariamente preferimos usarlo en el spinning: menor
calibre para la misma resistencia; nula elasticidad y, por lo tanto,
mejor contacto y conexión con el artificial y la presa. Así es que
será bueno que nuestro carrete sea capaz de bobinar ordenadamente
la trenza y que tenga una buena salida de linea para conseguir lances
largos y precisos.
Ciento
cincuenta metros de trenzado serán suficientes: ningún calamar va a
vaciarnos la bobina. De hecho, la mayoría de carretes específicos
tienen bobinas de poca capacidad para mejorar peso y lance.
El bajo será
de fluorocarbono o nylon poco visible. La ortodoxia aconseja siempre
el uso del fluorocarbono, porque el calamar tiene un ojo prodigioso.
Pero en esto también veremos, como en el spinning, que los nylons de
última generación, con una invisibilidad muy cercana a los
fluorocarbonos, pueden usarse sin miedo a que pesquemos menos. Sí es
recomendable el uso de diámetros muy finos, ajustando el calibre
hasta no comprometer la poca resistencia que exigimos al conjunto,
pero intentando no sobre-dimensionarlo: no vamos a tener roces
peligrosos con el animal, ni dientes, ni paseos por las profundidades
rocosas. Un leader fino será menos visible y, junto con la sutileza
del trenzado, dotará al conjunto de una mayor sensibilidad en la
acción de pesca.
Para acabar
con las características de nuestro carrete, querría hacer una
observación sobre la calidad de la maquinaria.
En el eging
hay momentos de especial dulzura, de extraordinaria sutileza y
finura. Un carrete silencioso, suave y sin holguras hará que
degustemos mejor todo el proceso. Muchas veces pescaremos de noche,
muy despacio, casi al tacto y al oído. Un freno que ceda con
precisión, que suene bien, que acompañe la absorción de la caña;
un giro suave y silencioso en la recuperación, mientras bombeamos al
calamar; una manivela firme... Todas estas virtudes de la maquinaria
nos proporcionarán un placer especial, una elegancia en el tacto y
la sensibilidad general del equipo, que lo son casi todo en esta
técnica. Pensemos que no estamos buscando pescar más cefalópodos
(que también): estamos buscando afinar la técnica para disfrutarlos
de otra manera. Casi, como si fueran peces.
En la próxima entrada hablamos un poco de señuelos y empezamos a pescar.
Espero les haya gustado como a mi, en otra entrada la segunda parte y si no quieren esperar ya saben en el blog de Curro DOS40 esta la segunda parte.
Hasta la próxima.................
Buena aportación la de Curro. Y buen trabajo el tuyo en dar publicidad a ese blog y a este "tutorial".
ResponderEliminarSaludossss
Gracias Toni, el merito es todo de Corro, te doy las gracias en su nombre
EliminarUn abrazo
Buen articulo ,gracias por compartir.
ResponderEliminarLe hecharemos un vistazo al blog de Curro.
Un abrazo.
Sabia que gustaria Pedro, pasate por el blog de Curro y veras la segunda parte, o te esperas a la semana proxima jajajajaja!!! la tercera esta en el horno me a comentado.
EliminarUn abrazo
que buena entrada,otra técnica más a probar
ResponderEliminarun saludo
Bienvenido compañero, me alegar que te guste y repito el merito es todo de Curro, gracias por pasarte por aqui, he visto tu blog, te ire siguiendo.
EliminarUn abrazo
Gracias por compartirlo Eduardo!! una opción muy válida para pescar en invierno. Un abrazo!!!
ResponderEliminarGracias Toni.
EliminarUn abrazo
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Y muchas gracias, Gaucho, por traerme a tu casa y compartir estos textos. Anima mucho saber que esta técnica pueda interesar a más gente.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Gracias ti Curro por permitirme postear aqui tu trabajo.
EliminarUn abrazo
Muy buen artículo Edu y muy ilustrativo, la verdad que la pesca de cefalópodos engancha muchísimo y cuando están por picar se divierte uno, además son unos especímenes rapidísimos.
ResponderEliminarSaludos y gracias por el tutorial.
Gracias Kiko, el merito es del compañero Curro
ResponderEliminarUn abrazo
Buen aporte Edu..echaré un vistazo al blog de Curro..
ResponderEliminarS2
Gracias por pasarte por aqui Fermin
EliminarUn abrazo
muy completo el articulo, noraboa
ResponderEliminargracias Vitu
EliminarUn abrazo
Había leído en su blog la entrada y me pareció muy interesante, es una pesca en la que hay mucho secretismo y mucha competencia sobre todo en la fabricación de señuelos para cefalopodos. Mi enhorabuena por compartir estos conocimientos.
ResponderEliminarUn saludo
Pako
Me alegro que te haya gustado Pako.
EliminarUn abrazo
Hola Eduardo,
ResponderEliminarUna opción muy interesante en estos meses fríos. Excelente entrada la de Curro.
Un abrazo
Alex
Gracias Alex, afortunados los que en sus costas tienen estos bichejos, por aqui solian haber sepias pero hace un par de años que aparecen algunas en forma muy esporadica, en fin, a esperar el calorcito toca.
EliminarUn abrazo
Nunca llegue a practicar este tipo de pesca, tiene que ser interesante, buen aporte Gaucho y felicidades al compañero Curro por el articulo.
ResponderEliminarSaludos desde Cadiz
Ahi esta Salah, muchos de nosotros hemos visto esta pesca y pasado de largo por ello cuando vi el tuto de Curro sabia que a todos les gustaria y me anime a pedirselo, gracias por pasarte por aqui
EliminarUn abrazo